N Y C TAXI

La fotografía puede reproducir al infinito lo que nunca más podrá repetirse como existencia. Contingencia soberana que, azarosamente, quiebra la realidad con elementos fantásticos en un proceso interminable de movimiento y despliegue.
Preguntarse por la veracidad de las imágenes es admitir (secretamente) que no existe escenario en la ciudad moderna capaz de responder, con tanta belleza poética, al vértigo y la velocidad de nuestra locura urbana.

Te veo enfrentar con tu ojo, inquieto e inquietante, el tránsito posible de una ciudad imposible, en un intento de superar el límite de la mirada penetrando en los secretos del tiempo y su trayectoria.

Para vos, límite es desafío. Iniciativa pura de un amante sin prudencia que derriba la frontera que separa figura y fondo para que emerja la forma sólo como producto del ritmo.
Tus fotos muestran la trama de un presente que se deshilacha hasta anudar antes y después...Son un ahora que permite demorarse.
Mirada que localiza pero no determina la imagen, vas entregando sus vibraciones interiores como huellas al espectador, que tendrá la chance de convertirse en el nuevo autor de su propia fantasía narrativa.

Es entonces, tu jugar con el límite hasta incluir lo indefinible, quien nos convoca al punto misterioso e insondable donde, por fin, la fotografía se abraza con la pintura.

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