JULIO EN AGOSTO 2006

Waisman, nos propone otro recorte en relación a su investigación del movimiento: la composición escénica.

Su objeto de trabajo fue esta vez Julio Bocca y el Ballet Argentino, en el espectáculo “Tango”, que tantas salas han aplaudido de pie en nuestro país y en el resto del mundo.

Si bien la foto produce la detención del movimiento, el artista se atreve a ir más allá de la reproducción fotográfica para obtener la imagen del movimiento de los cuerpos en gran parte de su recorrido.

Quién haya visto bailar a Julio Bocca, comprenderá que se adueña de cada parte de su cuerpo pero también, de todo el espacio que lo circunda.

Waisman, registra la relación del artista con el espacio, congelando ante nuestra mirada ese movimiento en el cual lo habita, lo transforma, lo despliega.

La composición escénica es una trama compleja que une el movimiento de la danza, el movimiento de la música y el movimiento pictórico que resulta de la transformación profunda que adquieren los cuerpos al elevarse, caer, girar.
Pliegue y despliegue de personas reales que parecen deducirse de una abstracción. Ellos bailan mientras los miramos quietos, bailan para nosotros en una danza mística que hace “ahora” de aquel instante en que el fotógrafo quiso capturar ese amor que fue posible entre Julio y el vacío: la danza.